Cuzco: Hatun Rumiyoc y la piedra de los 12 ángulos

Tal vez la calle más conocida y visitada en Cuzco por los turistas, Hatun Rumiyoc está cargada de magnetismo y tiene un encanto que hace trasladar a cualquiera directo al pasado sin escalas.

Une la Plaza de Armas con el barrio de artesano, y se caracteriza por un antiguo muro de estilo colonial y republicano que pertenecía al palacio de Inca Roca, actualmente Palacio Arzobispal.

Esta pared que abarca casi toda la calle, se encuentra a dos cuadras de la Plaza de Armas, y es admirable por su arquitectura poligonal, muestra del trabajo de pulido de piedra por parte de los incas, sobresaliendo la famosa Piedra de los Doce Ángulos por su perfecto trabajo de ensamble en sus esquinas.

Siguiendo por el camino, ofrece un excelente acceso al pintoresco barrio de artesanos de San Blas, que es un lugar de los más pintorescos de la ciudad y desde el cual se tiene una preciosa vista de Cuzco, donde sus empinadas y estrechas calles en zigzag caminan caprichosas entre las viejas casonas levantadas antiguos muros incas, llegando a la parroquia más antigua de Cuzco, que posee un espectacular púlpito considerado como la máxima expresión del tallado en madera de la época colonia.

Lugar frecuente por los visitantes, testigo de las cámaras de fotografía tanto en el paisaje gris que ofrece de día, como lo dorado que pintan sus luces por la noche, la calle Hatun Rumiyoc es el paso obligado que todo viajero no debe perderse en su visita a esta ciudad andina.